Ponencia presentada en la Audiencia Pública del Ente Regulador de Energía Eléctrica

He venido a esta audiencia como militante del Partido Principios y Valores que conduce Guillermo Moreno, tambiéncomo militante sindical que defiende que  las amas de casa como trabajadoras del hogar tenemos derecho a la valoración económica y social de nuestro trabajo y que cada día de nuestra vida, desde el primero al último día de cada mes, desarrollamos el milagro de la multiplicación de los sueldos, para asegurar la mesa familiar, para pagar los servicios, para administrar la economía del hogar. También lo hago porque desde hace 30 años vivo en  la capital federal donde los cortes de luz han hecho insoportable este verano para muchas familias.

He escuchado las presentaciones del gobierno, de las empresas, de las defensorías del pueblo de las provincias, de los compañeros de sindicatos y de asociaciones de consumidores. No voy a repetir lo que estos últimos ya dijeron.

No me llamaron la atención, porque es algo que se repite en forma constante, las omisiones a las que me voy a referir.

Todas las exposiciones, todas las discusiones, todos los tratamientos mediáticos están atiborrándonos de argumentaciones sobre la necesidad de aumentar las tarifas, “actualizarlas”, sea por la necesidad del gobierno de disminuir su gasto en subsidios, o para que las tarifas esténsegmentadas.

Pero  lo que no se ha escuchado en ninguno de estos ámbitos discutir es lo que ocurre desde el origen y que debe ser el inicio del debate sobre tarifas, esto es, el costo de la producción de la energía, de la energía eléctrica en el caso que nos ocupa aunque tampoco hemos logrado que se conozca, se analice el costo de la producción de gas en nuestro país.

Y cuando digo costo, digo costo, no digo precio. Pregunto y ya lo pregunté en la audiencia que se hizo en la Usina del Arte hará más de cuatro años, lo pregunto a las autoridades, se llamen del gobierno actual o del anterior, cuánto cuesta en nuestro país, producir la energía eléctrica que necesitamos y usamos cada día.

La Secretaría de Energía presentó un cuadro de costos de generación de energía, el detalle es que no aclaró que esos son los costos para quienes compran la energía, es decir las distribuidoras. Para ellas son costos, NO está expuesto cuánto es el costo de transformación de la energía primaria en los electrones que constituirán la energía eléctrica que llega a nuestros hogares.El costo de generación para las generadoras, no para las distribuidoras.De ESE costo estamos hablando Sra. Presidenta

Si supiéramos cuánto cuesta, podríamos analizar cuánto es una ganancia justa y razonablede las empresas, y podríamos luego hacer lo mismo con el transporte y finalmente con la distribución.

Con qué argumento podemos decir que lo que pagamos es caro o es barato.

La posibilidad de tener un país en desarrollo, es decir de crecimiento económico con justicia social, significa recuperar el proyecto de país industrial. Porque sólo de ese modo tendremos oportunidad de tener trabajo y salario digno para nuestras familias de trabajadores en todo el país.

Y ese país industrial necesita energía accesible para tener producción competitiva en el orden internacional y alimentos acorde a la capacidad adquisitiva de los salarios de los trabajadores activos y pasivos para tener un mercado interno dinámico y en crecimiento.

Lo que venimos viendo es que tanto este gobierno nacional como el anterior gobierno del presidente Macri han optado por omitir ese análisis, han decidido que las empresas cobren lo que quieren cobrar. En los dos casos con una combinación entre tarifazos y subsidios, pero nunca, nunca, estableciendo ni una justa distribución del recurso energía para todo el país, para la Argentina productiva y para las necesidades de las familias.

De dónde sale el dinero para pagar las tarifa? De nuestros bolsillos. De donde sale el dinero para los subsidios? De nuestro bolsillo.¿Dónde está la diferencia en cómo nos trata este gobierno y el anterior?

Dicen que vale pero no dicen lo que cuesta. Se ha establecido como una verdad irrefutable que pagamos barato. Sobre todo por aquí, en área metropolitana. Los bolsillos de nuestro pueblo trabajador están exhaustos, llevamos años de retroceso, de crisis, de empresas que cierran, empleos que se pierden, salarios a la baja y jubilaciones que no logran empatar siquiera a los aumentos de precio.

Los dos años de una cuarentena plagada de improvisaciones nos ha encontrado encerrados en familia en nuestros hogares, seguramente aumentando en la mayoría de los casos el consumo de energía eléctrica, porque ahora nuestro hogar es también la escuela de los chicos y la oficina donde trabajamos, y a ese aumento nos vienen a comunicar  un aumento mayor.

Si una familia tiene sus ingresos tan caídos, si los alimentos están permanentemente subiendo, cómo podrían afrontar los trabajadores estos aumentos?

Necesita el gobierno ordenar sus cuentas? Claro, que ordene sus cuentas ordenando su manera de pensar, que busque los recursos para pagar la deuda al fondo monetario, no en los hogares humildes, sino en los propietarios de tierras que en la pampa  húmeda se llevan porcentajes altísimos del 30 o el 40% del  precio de la leche en el tambo, o de la producción de granos. El gobierno no se atreve con los sectores rentistas que no producen, que no trabajan, sino que sólo por tener un título de propiedad en las tierras de más extraordinaria fertilidad del mundo, se llevan la parte del león.

Les resulta más fácil sacarlo de los millones de argentinos que a duras penas alcanzan a llegar a fin de mes.

Somos un país que tiene gas y que tiene petróleo, no somos un país petrolero, no podemos festejar que vayamos a exportar gas a Brasil, que vayamos a hacer un gasoducto que nos permita asegurar a la industria brasilera la energía que a la industria argentina se le niega.

Mientras no se aborde en profundidad el tema del costo de la generación de energía y de las siguientes etapas hasta llegar a nuestra casa, y no se organice con la planificación que un proyecto de nación productiva que incluye a todo su pueblo, que planifique con sentido federal la administración de los recursos de la nación, estas audiencias, hacen un como sí, hacen como que transparentan pero sigue en la opacidad más absoluta la información de cuánto cuesta generar la energía eléctrica en nuestro país.

Algún día nos lo van a decir? O como siempre, en el gobierno nacional y el de la ciudad, serán audiencias no vinculantes, que cumplen la legalidad pero no rozan siquiera la voluntad política de las autoridades para escuchar a su pueblo y actuar en consecuencia.

Muchas Gracias

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