Opinión – Pase Sanitario

En relación al pase sanitario, la primera pregunta que surge es, si el mismo tiene como objetivo la no propagación del covid 19 y la protección de todos los individuos en su conjunto o si el objetivo es una prueba o prototipo para evaluar y saber hasta donde los individuos y las sociedades están dispuestas a ceder, a soportar y permitir. Como respuesta a este interrogante, el sentido común nos dice, que el covid 19 se trasmite tanto por las personas no vacunadas, cómo también así por las vacunadas, entonces, abordando esta situación desde el ordenamiento jurídico, desde el derecho objetivo, nuestra norma fundamental, que es la Constitución Nacional, su artículo 19, establece que las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral publica, ni perjudiquen a un tercero, están solo reservadas a Dios y exentas de la autoridad de los magistrados. Ahora bien, si con la vacunación no se evita el contagio, cuál sería el perjuicio generado a un tercero, el desorden o la afectación de la moral por una persona que no esté vacunada?

Evidentemente el hecho de no vacunarse por ahora, estaría dentro del ámbito privado de las personas y no habría fundamentos para excluirlos de lugares públicos, ni de restringir el ejercicio de sus derechos individuales y sociales. Observamos claramente que en nombre de un FALSO BIEN COMÚN, se afectan los derechos a la intimidad, libertad, libre circulación, etc

Por todo lo expuesto podemos decir que el objetivo del pase sanitario está más orientado al control del individuo, a las restricciones que este pueda soportar, que a su verdadero cuidado y protección. En segundo lugar debemos observar, cuál fue el comportamiento de la gente frente a este tipo de imposición? Y la respuesta es, que la mayoría acepto y acató sin demasiada resistencia, salvo algunas excepciones o expresiones minoritarias.

Cómo conclusión final, lo más factible es que el pase sanitario quedé en desuso, estéril, inaplicable, pero, lo más importante y que no podemos dejar de pensar, es que los Estados, junto a los medios de comunicación y algunos sectores, tienen un antecedente: donde el mundo en su mayoría por miedo, manipulación e imposición, se encerró, se paralizó y ante este comportamiento mayoritario, quedo en evidencia que es muy fácil controlar y a su vez, es muy fácil castigar a una minoría bien individualizada que no se deja persuadir. Estamos en un mundo con mucha desigualdad, que no pareciera cambiar a corto plazo, en razón de la obediencia y la resignación, un mundo de muchos, para POCOS.

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